Este año cumplirías 20 años, ya sería mucho, pero cuanto
daría porque fuera posible
Cada día te recuerdo, fuiste mi compañía, mi alegría, dabas
sin pedir, siempre ahí conmigo
Aquel día que me llamo mi hija diciéndome que estabas en
casa, fui volando y en cuanto entre por la puerta y te vi supe que jamás
saldrías de mi vida y que esa casa seria tuya hasta el final de tus días
Y así se lo hice saber a ella que serias parte de la
familia, que tendrías tus cuidados y tu sitio en nuestra casa, en nuestro
corazón y en nuestra alma
Y te vi crecer, gracioso, travieso, divertido, listo y
obediente como ninguno
Al principio eras pequeño de cuerpo y tenías solo cabeza,
ese pelo negro brillante y suave, siempre te acompaño hasta el final
Tus paseos, tus trastadas formaron parte de nuestra vida
Sabias cuando yo estaba triste y siempre te acurrucabas a mi
lado para animarme, mirándome con esos ojos negros tan bellos
En mis momentos de enfermedad no querías ni comer, no te
separabas de mi lado cuidándome
Cuando estabas feliz me seguías, cuando bailaba dabas vueltas
a mi alrededor moviendo el rabito
Cuando enfermabas me preocupaba rápidamente y te llevaba al veterinario, me lo quitaba de donde fuera para atenderte a ti, eras de la familia
Vacaciones juntos en familia, tu primer día de playa
disfrutaste mucho lleno de arena, saltando y corriendo hacia el agua
Tu primer día de nieve, como tenías las patas tan cortas te hundías
en ella pero disfrutaste muchísimo también
Aguantabas como un valiente para no ensuciar en casa
adaptándote a nosotros
Y siempre durmiendo a mi lado solo tenía que alargar una mano y siempre estabas allí
Siempre esa espera y ese recibimiento maravilloso lleno de
alegría y de ladridos de felicidad
Y el tiempo fue pasando y viviste cambios en casa, un
divorcio, tiempos difíciles y un nuevo amo en casa
Pero siempre estaba tu lugar tus venias en mi lote, ese lote
que amo y que sin él no soy nada, aun eres y serás de mi lote
Fuiste creciendo y envejeciendo, tus cataratas, perdiste audición, quizás algo más lento
Y un fatídico día 1 de Enero, fue tú bajón, un ictus y no
volviste a ser el mismo
Luchamos, bien lo sabe Dios hasta el final, pero aquel día
que te vi en el suelo mirándome derrotado, supe que te tenía que dejar ir
Tu niña se acordó de ti en cada momento y lo hace a diario, estuviste en su pensamiento
ese día, habías crecido junto a ella y la hiciste feliz siempre
Y ese día solo se yo como lo pase cada minuto en mis brazos,
recordando tu vida junto a nosotros, hasta que diera la hora de tu partida
Mis lágrimas brotaban a raudales, hasta ese último aliento
No estuve sola en ese trago tu nuevo amo que te adoro desde
que te conoció sufrió lo indecible
Sé que en esos últimos momentos me sentiste, me mirabas
entre las tinieblas de tus cataratas, me escuchabas mis palabras cariñosas y suaves en tus ancianos oídos
Me sentiste, te calme y con tu patita en mi mano y apoyado
en mi cabeza te marchaste físicamente de mi vida
Pero jamás lo harás de mi pensamiento, corazón y alma,
porque te quiero y te querré siempre
Fuiste una de mis alegrías de vivir y siempre te estaré agradecida de compartir tu vida con nosotros 18 años
Siempre en mi alma MOSI
Mi yerno, muy bonita las palabras y hablas desde el corazón y es verdad son de familia pero ayi donde este te estara cuidando con lo hacia siempre
ResponderEliminar18 años no son poco para un perro, más cuando ha dejado una huella tan profunda en ti. Pero no importa el tiempo compartido, sino precisamente eso, la huella que nos dejan imborrable. Muy emotiva entrada.
ResponderEliminarBesos dulces y dulce semana.
Que testimonio mas hermoso para tu perrito,emocionante y real,para quienes sabemos de ello.Un gran abrazo para ti!
ResponderEliminarQué homenaje más bello y sentido..las mascotas son familia!
ResponderEliminarUn abrazo de todo corazón.